viernes, 19 de septiembre de 2008

Hospitales de puertas abiertas

Dicen que de donde no hay, no se puede sacar. No obstante, cuanto más se acerca uno a la realidad del pueblo saharaui tanto más pone en cuestión este supuesto dogma. Por lo que respecta a la asistencia sanitaria, la filosofía aquí es simple: “Resolvemos los problemas con lo que tenemos”. Y algo bien deben de hacer porque la esperanza media de vida supera los 70 años.
El centro de salud de Smara, bautizado con el nombre del primer mártir de la causa saharaui, Bachir Lehlaui, está limpio y ventilado y tiene capacidad para 20 ingresos. Es una estructura de una sola planta con un ancho y luminoso pasillo salpicado de consultas a ambos lados.

El camino ha sido largo pero en la actualidad es ya “casi el 90% de la población” la que acude a un médico profesional ante cualquier dolencia. Para ello, han sido necesarias muchas conferencias y charlas con las familias, acostumbradas a tratar los males con sus propios remedios. “Enseñamos a la gente que la cosa más linda es el hospital, con el suero, las ecografías…”. Quien habla es el subdirector del centro, un joven óptico formado en Cuba. Se muestra orgulloso del número creciente de pacientes que cada mañana llenan las consultas aunque ahora, con el Ramadán, es difícil ver alguno a partir de las doce, cuando el sol está en lo alto y la falta de líquido aumenta el riesgo de deshidratación.

Lo que sí se ve es a dos mujeres ingresadas, con su botella de suero inyectada, y compartiendo habitación. Las mantas coloridas y amorosas, típicas de las casas saharauis, no faltan aquí, como tampoco lo hace el té. Incluso dentro del centro de salud hay una sala dedicada este fin. Un cuarto vacío, de no ser por la alfombra de estilo árabe que cubre el suelo, permite a los familiares prepararlo. “En las habitaciones no está permitido por el carbón, pero luego sí se lo pueden llevar al enfermo”, señalan.

Medicina para todos

La farmacia es la primera de las estancias. Por un ventanuco que da al exterior asoma el rostro de una mujer cubierta por una melfa, el traje tradicional, con su receta en la mano. Los medicamentos se distribuyen aquí de forma gratuita, todos pueden ser atendidos por un médico y recibir, después, el tratamiento prescrito sin coste alguno. Una vez más, los saharauis dan una lección de savoir faire a los estados más ricos.

Medicamentos como Nolotil resultan especialmente necesarios, “sobre todo para las migrañas”, una de las afecciones más frecuentes en los campamentos. Otra, son los problemas en los ojos. En la consulta de oftalmología hay un taller donde se fabrican gafas, tan necesarias en esta parte del globo donde la miopía es uno de los peajes que se cobra el desierto, como las afecciones estomacales (diarrea y cólicos, sobre todo). No obstante, “aquí no hay SIDA, no existe”, insiste orgulloso el saharaui de acento cubano.

Los niños son los pacientes más numerosos, también “los más indefensos”, explican. De ahí que las consultas pediátricas superen a las demás a pesar de que el número de abortos es doliente debido, sobre todo, a los esfuerzos de las mujeres acostumbradas a cargar con mucho peso como pilares de una sociedad levantada gracias al arranque femenino.

El paritorio del Bachir Lehlaui apenas tiene instrumental y lo que hay se ve viejo pero bien cuidado. No falta un aparato de aire acondicionado que permite a las mujeres soportar mejor los dolores de un parto natural. Todo un lujo para una gente que no dispone casi de electricidad.
Durante las guardias –el hospital permanece abierto las 24 horas-, siempre están operativos dos ginecólogos, un pediatra, una enfermera médica y un doctor. Y en el caso de que sea necesaria una intervención quirúrgica, los enfermos son remitidos en ambulancia a Rabunni, donde sí existen quirófanos.

En todo caso, y ante cualquier emergencia, una emisora de radio posibilita la comunicación entre los dispensarios (hay uno por dayra) y el hospital de la wilaya, y poner en marcha un operativo sanitario con profesionales de vocación y con corazón.

(Fotografía: Pelu Vidal)

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